porque la lucha continua y las palabras no se quedan atrás

la palabra resiste

y en eso estamos


viernes, 19 de septiembre de 2014

Relato intitulado

Es viernes santo. ¿Viernes santo? hace mucho que no uso esa expresión. Miro el reloj del celular. Ya pasaron las nueve de la noche. Cristo lleva varias horas muerto. Regreso a casa en un micro Expreso La Plata desde los pagos de Punta Indio. Es de noche. Noche cerrada. La luna no sale. El chofer sintoniza la radio inundando el colectivo con música. Suena Sui Generis. Me siento anacrónico. Pienso ¿Cuál es la razón? la vida subyuga y el alma vuela. ¿Hay alma? ...
Hoy conocí un hombre de 80 años. Hace un poco tuvo una ACV pero resiste trabajando en su vivero y su huerta. Pasado remoto que perdura. Parece que no muere. Es eterno.
... Y rasguña las pieeeeedras, y rasguña laaas pieeeeeedras... satura los parlantes del micro. La vida perdura, los frutos maduran, sui generis tocando y el micro corre por la 36. Y yo sigo sintiéndome anacrónico.
Una chica se levanta y se dirige al baño. La observo y me enamoro. ¿Qué sensación extraña? Hace mucho que la perdí. El anacronismo en su máxima expresión.
¿Qué hago? ¿Le hablo? ¿Avanzo? lo descarto. Comienza a sonar november rain, los guns and roses a pleno. Esa música enamora. Vuelve la chica. Me dedica una mirada.
Me estallan las vísceras, me enloquece. Axl Rose la descose con un solo, los coros explotan mis venas. Mi rostro se consume en un fuego de rojos.
¿El vino de la tarde? ¿El poco descanso? ¿El amor a borbotones que abrasa?
La música se torna romántica. Azúcar diabético. Nunca me motivó.

El vino que asciende, la soledad que alienta, el lento movimiento del micro narcotiza. No quiero dormir, no me permito dormir esta noche. La noche muere y no me importa. Solo es rito. Lo que importa es que yo muero, nada apetece, nada acontece y el letargo del mundo teje su manta sobre mí.
Pasan los años y yo vivo como sino nada aconteciera, como si el tiempo fuera eterno. Todo pasa y todo queda[1], dijo el poeta, esperando que su amor retoñe en un olmo con la primavera. Mi ansia espera que el viento solo mueva las débiles ramas de los álamos cantores[2].



[1] referencia a Antonio Machado. En Proverbios y cantares del libro Campos de Castilla (1917)
[2] referencia a Antonio Machado. De “A un olmo seco” del libro Campos de Castilla (1917)

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