a
Mary y Raúl. a Antonio Machado
Yo
nací en un pueblo
donde
el oro solo baña los cálices de la iglesia
y
el bolsillo de estancieros.
Cuando
nací, mi madre
fue
dada de alta luego de parir
porque
el invierno arreciaba
y
el hospital no tenía calefacción.
Desde
mi infancia, mis padres yugaron
bajo
el peso de la realidad
inflación,
levantamientos armados, menemismo.
No
sobraba nada aunque faltaban algunas cosas
abundaban
las palas y los libros escaseaban.
En
hogar de obreros y semialfabetos
crecí
en la honra del trabajo y bonhomía
no
reclamo ni reniego. La historia contada
no
es vergüenza ni hidalguía
a
pesar de su humilde pasar.
He
mentido y lo revoco
eran
tres los libros que en mi casa había
una
biblia, una enciclopedia y un diccionario
que
en mi años tiernos fueron
la
llave a un mundo desconocido.
El
lápiz y la pala han sido mi escuela
con
uno aprendí a soñar, con la otra a trabajar.
Conocí
y no por indigno
las
duras labores y sus penas.
Desde
precoz los diversos oficios ejercité
del
jardín y huertas a la albañilería, cosecha,
maestranza,
peón de supermercado, barman,
mantenimiento,
fabrica, limpieza, cobrador de cuentas,
dibujante
de planos, secretario, socio cooperativista,
lavador
de autos, docente, investigador,
mozo,
asador, hasta me vestí de payaso
y
por las calles repartí volantes.
Algo
habré de olvidar y para alivio
de
mi mente agotada.
Entre
la iglesia, las misas, procesiones,
incienso,
monaguillo,
catecismo
y misiones ¡Qué más podía hacer!
En
mis años adolescentes al seminario marché
tras
la idea de vocación, que dios me llamaba ¡Vaya idea!
A
dios no lo encontré y si estaba
no
atendió.
A
la ciencia fui a la búsqueda
de
las verdades del mundo.
a
los ocho años me declaré evolucionista
y
en el seminario con el bedel
trajo
sus problemas. Me costaba entender de filosofía tomista
el
espíritu encerrado en el cuerpo,
y
la esencialidad de las almas. ¡Vaya antigüedad!
A
la Plata me fui, al museo estudiar.
El
positivismo me mostró las posibilidades de discutir
y
buscar la verdad. Los métodos precisos,
las
técnicas exactas, la teoría coherente.
La
coherencia con la explotación, el
crecimiento del capital
y
el desinterés en el avance de la sociedad.
El
motor del desarrollo individual,
el
serrucho preparado, los escalones de cráneos
en
uso, los temas de interés,
las
carreras prioritarias, el acomodo,
los
pastas del 29.
Dogmas
y oscurantismo posmodernos.
Escapé
de la noche para caer en la oscuridad
¿Y
qué hacer? ¿Y dónde ir?
Hasta
aquí llego y hasta aquí
les
he mostrado lo que soy, lo que fui.
De
las letras yo no sé
el
posmodernismo no me llena
cascaras
vacías de frutos desechados.
El
pasado bien cabria aunque de trillado
tiene
el café su gusto.
¿Romántico,
moderno, surrealista, social?
Todo
y nada. La rima vacía es pretender
hervir
agua usando un colador.
Aspiro
a la historia, el desafío de la acción,
al
cambio. La revolución de mentes y cuerpos.
Aspiro
cambiar la realidad, a forzar la rueda y cambiarla de eje.
Esto
soy, la nada misma
que
se yergue incansable, eterna
aunque
la eternidad dure el instante
de
la última llama de la vela que muere.