porque la lucha continua y las palabras no se quedan atrás

la palabra resiste

y en eso estamos


sábado, 11 de abril de 2015

Antisalmo

Antisalmo

13 Y el sol se detuvo,
y la luna permaneció inmóvil
Josué 10, 13a

Cómo hacemos para cantar al aire
Con qué voces levantaremos el mundo
En qué nota entonaremos
la música de la destrucción

Los muros caen
sin que los bronces y cuernos suenen
Las tinieblas llegan
estando aún el sol en el cenit.

La sombra se detiene
y Gabaón empuña su daga
a pesar de que el sol siga su curso
y la luna transite su senda

Qué hacemos si el camino
se alarga bajo nuestros pies
y el abismo se ensancha
sobre nuestras crismas

El desierto crece con el aliento estertoreo
de los hijos de hombres
Quién alza los brazos ad infinitum
y quiénes ayudan en sacra tarea

Si deseas salvación
camina a los cerros
masca las hierbas
y cíñete el cíngulo yugante

Las piedras caen
desde la escalera celeste
las almohadas colapsan
ante la cabeza que rueda

Qué haremos ante
la cena perturbada
de panes ácimos
y vides sangrantes

El bálsamo aceite
se ha puesto rancio
y no sirve ni para ungir
las suelas de los calzados

Los pasos vacilan ante
las arenas que ascienden
sierpes tenaces
que al bastón se uncen

Canto a la tarde que gime
por la sangre del león del desierto
por las vísceras derramadas
del camello que pasta

Oasis salino en la soledad del invierno
Dónde beberemos el silencio
Dónde curaremos las llagas
de la tristeza

La muerte se oculta
tras la esquina de la palma silente
los montes beben ebrios
la bilis eterna de ansiedad

Qué armas se esgrimirán en el cielo
cuando las estrellas ametrallen el viento
Con qué fragua templaré
la espada mellada del despojo

Bajo las nubes trepo al misterio
melodía irredenta que mata sueños
Dónde está la gruta de las ansias postergadas
de la fuente que mana leche y miel

Si buscas la oscuridad
es la luz la que te encuentra
No hay brecha que no crezca
y farol que no ciegue

El cedro brinda su resina
que en altar quemamos
Mis manos sangran voluntades
oferentes al dios que no existe

Al barro se tuestan las horas
y en los días se queman los ojos
Dátil amargo que cede la tarde
dadiva perversa del espíritu muerto


El pozo de hiel perfora las tripas
y los muros no ceden
En Samaria las extremidades lloran
el desacierto del camino pálido

Cuándo el báculo leñoso
cercenará cual guadaña
El halcón cava en el aire
su túnel de hambre

En la loma levantamos las esperanzas
y sobre el filo de la espada
dejamos los sueños
de la lluvia que no llega

Con qué rocas levantaremos
los proyectos de mañana
si la cantera
se volvió ceniza

Con qué leños encenderemos
la hoguera que purifique el mundo
si la angustia
arrasó los bosques

Sobre la senda la caravana avanza
con alas de fuego y patas de pedernal
Los guías perecieron
bajo sus huellas desnudas

Si fueras viento
sopla en dirección del incendio
aviva las llamas
abrasando la ternura

El lomo se quiebra
bajo la carga de espinos
Arenas llenan su boca
cegando su voz

La ofrenda está pronta
el becerro bala en letanías rituales
El cuchillo se desliza
y sobre la losa la uva perece

Brota la sangre manchando el desierto
el agua vino se vuelve
vino de la noche
sangre de las piedras

El tiempo perece
ante el filo del sol quemante
incienso rojizo que donamos
en la espera de la nada que llega

Quién correrá la lapida
para qué resucitemos mañana
Quién limpiará el desorden
cuando todos muramos 

el irredento 

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