no me salen derechos
los renglones;
a
cada sílaba tropiezo con cadáveres,
Manuel
Scorza
a Lucía S.
Mi
calzado son los muertos
que
encuentro
por
el camino.
El
ripio es ocupado
por
sus huesos
y
el asfalto
se
tiñe con sangre.
Rojo el camino
Negro el futuro
Pasa
un auto
pisa
un bache trastabillando
inmediatamente
es rellenado
con
un finado reciente
los
calles relucen
en
escarlatas
tropiezo
con un muerto
-
disculpe,
le digo
pero
el piso no es lugar
donde
morir.
-
No
se puede andar muriendo en cualquier lado
Para
eso están las guerras
y
bien localizadas, por cierto,
en
otros continentes, lejos de nosotros.
Nuestras
calles son de asfalto
del
asfalto que ellos no ocupan.
Gustan
de pavimentar
con
sus propios cadáveres.
Suaves
para el andar y estéticamente rojizos.
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