Donde está el hogar
Ejercicio del
taller 8/8/2015 (borrador)
por Domenico Tagliapietra
(Luis Enrique Capeletti)
Con las lluvias y el frío llegaron. Animados como
estaban, no les costó, en los primeros momentos, la pena que trae la nostalgia.
El hogar estaba lejos, tan lejos que ni los sueños podrían transportarlos o
devolverlos en las oscuras noches.
Pero en ese momento no importaba, lo necesario no
colma lo suficiente, y hubo que buscar resguardo para esa noche. El lugar
dispuesto para el alojamiento fue el galpón de la estación del Ferrocarril.
El galpón nuevo se levantaba como un mastodonte en la
llanura. En el bajo cercano se oía la alarma avizora del chajá ante el rugir
que provenía de la estación.
La primera noche, aquella primer noche, donde lo desconocido
llama a la puerta del corazón sembrando la duda y la incertidumbre, el aire
húmedo y viciado se llenaba de interrogantes.
-
¿Hemos
hecho bien?
Los adultos sueltan las preguntas por los ojos, sin
poder verbalizar. No hace falta. El temor inunda los poros, vaciándose luego en
miradas. Los niños hablan en su idioma de lágrimas.
.....
El sol despierta y con él, la esperanza. Durante el
día los fantasmas, temerosos, se esconden en las sombras y la familia va tras
un nuevo hogar.
El nonno comienza a ver las montañas natales dibujadas
con las nubes pasajeras. La mamma reconoce algún yuyo migrado, como ellos,
entre las semillas de trigo u otro cultivo y que también, se aquerenció en
estas tierras.
-
buena
señal
dijo en voz alta.
Ella, que conocía el lenguaje de las plantas, interpretó ese mínimo
oráculo.
La lluvia pasada desprendía, del suelo, los perfumes
naturales impregnado sus ropas gastadas. Papa sonrió y los niños se dieron
cuenta.
-
hasta
lo acarició a Gaetano.
comentaban los hermanos mayores. Era el menor.
Mientras el carro alquilado en el pueblo, los llevaba
al destino incierto, Pietro, el terzo, quien gustaba de la naturaleza y se
preciaba de conocer todos los animales y plantas, alegremente gritó:
-
una
cappelletta
confundiendo el nativo chingolo con quien sabe que
avecilla de su lugar de origen.
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