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jueves, 13 de agosto de 2015

Donde está el hogar

Donde está el hogar

Ejercicio del taller 8/8/2015 (borrador)
por Domenico Tagliapietra
(Luis Enrique Capeletti)

Con las lluvias y el frío llegaron. Animados como estaban, no les costó, en los primeros momentos, la pena que trae la nostalgia. El hogar estaba lejos, tan lejos que ni los sueños podrían transportarlos o devolverlos en las oscuras noches.
Pero en ese momento no importaba, lo necesario no colma lo suficiente, y hubo que buscar resguardo para esa noche. El lugar dispuesto para el alojamiento fue el galpón de la estación del Ferrocarril.
El galpón nuevo se levantaba como un mastodonte en la llanura. En el bajo cercano se oía la alarma avizora del chajá ante el rugir que provenía de la estación.
La primera noche, aquella primer noche, donde lo desconocido llama a la puerta del corazón sembrando la duda y la incertidumbre, el aire húmedo y viciado se llenaba de interrogantes.
-                     ¿Hemos hecho bien?
Los adultos sueltan las preguntas por los ojos, sin poder verbalizar. No hace falta. El temor inunda los poros, vaciándose luego en miradas. Los niños hablan en su idioma de lágrimas.
.....
El sol despierta y con él, la esperanza. Durante el día los fantasmas, temerosos, se esconden en las sombras y la familia va tras un nuevo hogar.
El nonno comienza a ver las montañas natales dibujadas con las nubes pasajeras. La mamma reconoce algún yuyo migrado, como ellos, entre las semillas de trigo u otro cultivo y que también, se aquerenció en estas tierras.
-                     buena señal
dijo en voz alta.  Ella, que conocía el lenguaje de las plantas, interpretó ese mínimo oráculo.
La lluvia pasada desprendía, del suelo, los perfumes naturales impregnado sus ropas gastadas. Papa sonrió y los niños se dieron cuenta.
-                     hasta lo acarició a Gaetano.
comentaban los hermanos mayores. Era el menor.
Mientras el carro alquilado en el pueblo, los llevaba al destino incierto, Pietro, el terzo, quien gustaba de la naturaleza y se preciaba de conocer todos los animales y plantas, alegremente gritó:
-                     una cappelletta

confundiendo el nativo chingolo con quien sabe que avecilla de su lugar de origen.

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