Wirklinch,
ich lebe in finsteren Zeiten!
Bertold
Bercht
La
fuente se agotó
y
la losa crepitante
con
sonora letanía
sobre
el abismo
colocó
su yelmo.
-
He
aquí la gloria pasada
el redentor estrepitoso
en blanca caída.
-
¿A
qué juega?
-
A
la canción parda canora
de
crápulas obsecuentes.
-
¿A
qué con esto?
Diana
anuncia que:
el
noctambulo mensajero
parte
a su guarida
y
el áureo día comienza.
La
ósea semilla fue plantada
en
los surcos del viento.
Con
las cálidas lluvias
de
brotada bermella gota
el
fermento crece.
Lápidas
y panteones emergen
con
el vigor de la sangre nueva
cual
maleza en barbecho.
Por
las tardes se paren frutos
henchidos
de orgullo
y
rezumantes de tumbas recientemente excavadas
y
nichos petulantemente erguidos.
-Estos
son los signos
que
el nuevo tiempo muestra.
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